Instrucciones para el cuidado de las piezas
LAVADO
- La frecuencia de lavado dependerá principalmente del uso que le des a tu pieza, pero también de otros factores como la estación del año (con el calor se ensucia más), tu tipo de piel o las actividades que realices con ella.
- No hay una norma estricta: al igual que con el cabello biológico, notarás cuándo necesita un lavado porque se verá más apagada o menos sedosa, especialmente en las zonas en contacto con la piel.
- Como referencia general, si la usas a diario, lo ideal es lavarla cada 3-4 semanas.
- Evita lavarla con demasiada frecuencia para prolongar la vida útil del cabello.
Pasos para el lavado
Tienes dos formas seguras de lavar tu pieza. Elige la que te resulte más cómoda:
Opción 1 – En recipiente:
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- Llena el fregadero o un recipiente con agua tibia y añade champú sin sulfatos ni parabenos mientras se llena, para crear una mezcla jabonosa.
- Sujeta la pieza por la gorra (colocando el pulgar en la zona de la raya) y sumérgela varias veces. Con la otra mano, escurre suavemente el agua desde la base hasta las puntas.
- Vacía el recipiente y enjuaga bien la pieza asegurándote de eliminar todos los residuos. Puedes repetir este proceso si lo consideras necesario.
Opción 2 – Bajo el grifo:
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- Moja la pieza directamente bajo el chorro del grifo con agua tibia.
- Aplica el champú directamente sobre el cabello, sin frotar con fuerza. Masajea suavemente distribuyendo el producto por todo el largo.
- Recuerda lavar también el interior de la gorra.
Si tu pieza tiene zonas de tul (lace), sé especialmente delicada en esa área. No frotes ni estires el material para evitar que se dañe.
Hidratación posterior:
- Aplica primero una mascarilla hidratante y reparadora. Puedes dejarla actuar durante aproximadamente 1 hora para una hidratación profunda.
- Después, retira el producto con agua y aplica el acondicionador. Puedes dejarlo actuar unos 20 minutos.
- Para distribuir bien ambos productos, utiliza un peine de púas anchas. Aplica ambos productos (mascarilla y acondicionador) solo de medios a puntas y evita que entren en contacto con la base de la gorra, ya que podrían debilitar los nudos.
- Aclara con abundante agua hasta que no queden residuos.
Secado:
- Retira el exceso de agua con una toalla a toquecitos.
- Deja secar al aire o usa secador, según prefieras. Si tu pieza tiene un tratamiento para que seque en ondulado o rizado, recuerda que no recomendamos el uso de calor de ninguna herramienta, incluyendo el secador.
PEINADO
- Si dejas secar el cabello al aire, puede que notes una ligera alteración en la textura debido al encrespamiento. Es completamente normal.
- Al aplicar calor (ya sea para alisar u ondular), la fibra se suaviza.
- Usa siempre protector térmico y asegúrate de que el cabello esté completamente seco antes de usar herramientas de calor.
- Si después del lavado notas que la gorra ha perdido forma, simplemente humedece la base, colócatela y sécala mientras la ajustas con las manos a tu cabeza. Esto le ayudará a recuperar su forma.
Recomendaciones clave:
- No utilices temperaturas superiores a 185 ºC (365 ºF).
- Después del peinado, puedes aplicar unas gotas de aceite específico para cabello natural (nunca antes de aplicar calor).
- Evita productos en seco, ya que pueden dejar residuos y dañar la fibra.
- No recomendamos el uso de aceites muy pesados o agresivos como el de coco, ni productos como Olaplex, ya que pueden afectar la calidad del cabello.
ALMACENAJE
- Antes de guardar tu topper o peluca, cepilla bien el cabello evitando tirones:
- Comienza por las puntas, sujetando la base con cuidado.
- Luego cepilla las secciones superiores.
- Por último, pasa el cepillo de raíz a puntas solo cuando ya esté completamente desenredado.
- Usa un cepillo de cerdas flexibles anti-enredos para proteger las cutículas.
- Asegúrate de cerrar todos los clips antes de guardarla.
- Evita la exposición directa a la luz solar para prevenir la oxidación del color.
Dónde y cómo guardarla:
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Uso regular: colócala sobre un maniquí o cabeza de espuma para mantener la forma.
- En toppers, el tamaño del maniquí no importa.
- En pelucas, usa una cabeza más pequeña que tu talla para evitar que se ensanche la gorra.
- Uso ocasional: guárdala en su caja original, preferiblemente dentro de nuestra bolsa de seda. Evita siempre guardarla en bolsa de materiales como algodón o poliéster).
Para mantener la hidratación, aplica aceite especial para cabello natural (como argán) 1 o 2 veces por semana, incluso si no la estás utilizando.
MANTENIMIENTO
El mantenimiento regular de tu prótesis capilar es clave para conservar su suavidad, brillo y estructura con el paso del tiempo. Piensa en él como el cuidado que darías a tu propio cabello, pero con un poquito más de mimo.
RUTINA BÁSICA RECOMENDADA
Hidratación
- Aplica unas gotas de aceite especial para cabello natural (como el de argán) una o dos veces por semana, incluso si la pieza va a estar guardada.
- Aplícalo solo en medios y puntas, nunca en la base ni antes de aplicar calor.
- Este paso es fundamental porque el cabello de tu prótesis no recibe los aceites naturales del cuero cabelludo.
- También ayuda a controlar el encrespamiento, especialmente en zonas en ambientes húmedos y en las zonas más expuestas al aire, humedad o fricción, como la capa superior y los laterales del cabello.
Cepillado
- Cepilla el cabello antes y después de usarlo, y siempre antes de guardarlo.
- Comienza por las puntas y ve subiendo para evitar tirones.
- Si tu pieza tiene ondas o rizos permanentes, evita cepillos y peines finos. Es preferible peinar con los dedos o, si lo necesitas, usar un peine de púas anchas.
Protección del color
- Evita la exposición prolongada al sol, al cloro o al agua salada, ya que pueden oxidar y dañar el color.
- El cabello tiende a oxidarse con el tiempo, especialmente en tonos claros como rubios, castaños claros o cenizas, volviéndose más cálido o rojizo.
- En estos casos, puede ser necesario matizar o retocar el color aproximadamente una vez al año.
Evita productos agresivos
- No uses lacas, champús en seco, aceites densos ni productos con siliconas o alcoholes fuertes.
- Evita también el uso de productos en seco, ya que suelen dejar residuos y alterar la fibra.
- Utiliza productos específicos para cabello natural, preferiblemente veganos, sin siliconas ni sulfatos.
Hidratación profunda
- Si usas la pieza con frecuencia, aplica una mascarilla hidratante en cada lavado.
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Esta frecuencia puede variar según:
- Las texturas rizadas/onduladas o tratadas (ondas, rizos permanentes) son más delicadas y requieren más hidratación.
- Los colores más claros suelen estar más procesados y son más propensos a la sequedad.
- Tu nivel de actividad: si realizas muchas actividades físicas, el cabello estará más expuesto al roce y necesitará más hidratación.
- El clima de tu zona: tanto en climas secos como en muy húmedos, el cabello puede deshidratarse o alterarse.
CUIDADOS SEGÚN EL TIPO DE CABELLO
- Si tu pieza no es de cabello virgen (es decir, si no es de color negro, castaño oscuro o castaño oscuro/medio), necesitará más cuidado.
- Cuanto más claro sea el color, mayor será su tendencia a secarse.
En estos casos es imprescindible mantener una buena hidratación con mascarilla y sellar con aceite.
ENEMIGOS COMUNES DE LAS PRÓTESIS
- Fricción: El roce constante con superficies como almohadas, bufandas, capuchas, gorros o jerséis ásperos puede dañar la fibra. Recomendamos minimizar al máximo el roce y usar coleteros de seda o satén
- Calor excesivo: Usa siempre protector térmico y no superes los 185 °C (365 °F).
- Lavados excesivos o incorrectos.
- Uso de productos inadecuados.
Con estos cuidados, tu prótesis capilar se mantendrá hermosa, suave y natural durante mucho más tiempo.